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La fachada ligera es uno de los componentes más reconocibles de un edificio actual.

Estructuras modernas se caracterizan por presentar sistemas de fachada que comprenden vidrio, alumínio, piedra, metal y otros materiales de forma creativa en soluciones eficientes.
Estos sistemas minimizan la infiltración de aire y água al igualar las presiones sustanciales del viento en edificios de gran altura y cuando diseñados correctamente, son hermosos y altamente eficientes.

A medida que envejecen los muros cortina de vidrio, sucumben a las mismas fuerzas del tiempo y el clima que aflige a cualquier otro tipo de edificio.

Si bien es cierto que muchos muros cortina antiguos se construyeron con vidrio y enmarcado de bajo rendimiento, existen soluciones de modernización y rehabilitación que pueden abordar ineficiencia térmica, junto con el intrusión del agua, infiltración de ruido y daños estructurales, mientras mejora la apariencia del edificio para alinearlo con estética contemporánea.

El mantenimiento de rutina, diseñado y realizado correctamente, puede ayudar significativamente a prolongar la vida útil de una fachada. Sin embargo, si se ejecuta incorrectamente, el mismo trabajo de mantenimiento de rutina puede crear la consecuencia no deseada de ocultar condiciones que son propensas a propagarse o, en muchos casos, a exacerbar el problema.